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La malla de pesca retráctil GHOTDA está pensada para pescadores que buscan un salabre ligero, resistente y fácil de transportar. Su diseño telescópico permite alcanzar una longitud máxima de hasta 210 cm, manteniendo al mismo tiempo un tamaño plegado muy contenido. Esto la convierte en una herramienta ideal para quienes se mueven a pie por orillas de ríos, lagos y embalses, así como para pescadores desde pato o embarcación ligera que necesitan optimizar el espacio disponible.
El poste de aleación de aluminio ofrece una excelente relación entre peso y robustez. Es lo bastante rígido como para manejar peces de tamaño medio sin sensación de flexión excesiva, pero sigue siendo cómodo de utilizar durante muchas horas. El mango incorpora un extremo de agarre en ABS que mejora la sujeción, incluso cuando tienes las manos húmedas o llevas guantes finos, algo habitual en jornadas frías o lluviosas.
El cuerpo principal de la malla está fabricado en aleación de aluminio tratada para resistir la corrosión, lo que resulta especialmente interesante si pescas en entornos húmedos o en zonas cercanas a la costa. La cabeza de red tiene forma triangular y se pliega para reducir su volumen cuando no se utiliza. Esta estructura triangular ayuda a guiar el pez hacia el fondo de la red y facilita el manejo a la hora de sacarlo del agua.
La malla en sí está confeccionada con un entramado resistente y un ancho de luz de aproximadamente 5 mm, lo que la hace adecuada para peces de distintos tamaños sin que las aletas se enganchen con facilidad. El borde está reforzado para soportar el peso del pez y los tirones ocasionales que se producen cuando la captura se agita en el interior del salabre.
Este modelo se ofrece en tres longitudes abiertas: 1,5 m, 1,7 m y 2,1 m. De este modo puedes elegir la versión que mejor se adapte a tu estilo de pesca y a los escenarios que visitas con más frecuencia. Las longitudes plegadas oscilan entre 56 cm y 74 cm, por lo que resulta muy sencillo transportar la malla en el maletero, en una funda de cañas o incluso en una mochila grande.
Contar con una buena malla de pesca marca la diferencia entre soltar un pez a última hora o asegurar la captura sin problemas. El diseño retráctil permite desplegar rápidamente la red cuando ves que el pez se acerca a la orilla, y plegarla de nuevo en cuestión de segundos cuando ya no la necesitas. La ligereza del conjunto ayuda a manejarlo con una sola mano mientras con la otra sujetas la caña o controlas el carrete.
La forma triangular de la red facilita que el pez entre con suavidad y reduce el riesgo de que rebote en el aro o se enganche en el borde. Esto es especialmente importante si pescas a mosca o con líneas finas, donde no conviene forzar demasiado el equipo en los instantes finales de la pelea. Además, el material de la malla está pensado para ser respetuoso con las escamas y la mucosa del pez, algo fundamental si practicas captura y suelta.
La malla de pesca retráctil GHOTDA se adapta a múltiples modalidades. Es una gran aliada para la pesca con mosca en ríos de trucha, donde un salabre ligero y manejable es casi imprescindible. También resulta muy útil en la pesca a spinning de depredadores desde orilla, ya que permite acercar la captura con seguridad sobre zonas de roca o pendientes pronunciadas. En embalses y lagos, la versión más larga ofrece un alcance extra que se agradece cuando pescas desde escolleras o plataformas elevadas.
Más allá de la pesca deportiva, puede utilizarse como red auxiliar en jornadas familiares, ayudando a que los más pequeños participen de forma segura en la captura y suelta de peces. Su construcción sólida y su facilidad de uso la convierten en una inversión muy interesante tanto para pescadores experimentados como para quienes están empezando y quieren equiparse con material fiable desde el primer día.
Para mantener la malla en buen estado a lo largo del tiempo, conviene seguir algunas pautas sencillas. Tras cada jornada de pesca, aclara la red con agua dulce para eliminar restos de barro, algas o arena que puedan acumularse entre las fibras. Si has pescado en entornos cercanos al mar o en agua salobre, este enjuague es aún más importante para evitar la corrosión prematura de las partes metálicas.
Antes de plegar la malla y guardarla en el coche o en el trastero, asegúrate de que tanto la red como el mango están completamente secos. Guardarla húmeda puede favorecer la aparición de malos olores o el deterioro del tejido. Revisa periódicamente los puntos de unión entre la caña y la cabeza de la red, así como el sistema de bloqueo de los tramos telescópicos. Si detectas holguras, suciedad o desgaste, realiza una limpieza y un ajuste básico para recuperar la firmeza original.
Frente a otros salabres telescópicos de gama similar, esta malla GHOTDA destaca por su buena relación entre peso, longitud y robustez. Muchos modelos económicos pecan de ser demasiado flexibles o de contar con sistemas de bloqueo poco fiables que tienden a soltarse en el peor momento. En este caso, el diseño de los tramos y el ajuste de las secciones ofrecen una sensación de solidez que inspira confianza cuando tienes un pez de buen tamaño cerca de la orilla o de la embarcación.
Además, el hecho de disponer de varias longitudes disponibles dentro de la misma familia de producto facilita la tarea de equipar a distintos miembros del grupo con herramientas adaptadas a su altura y a su forma de pescar. Por ejemplo, puedes optar por la versión más corta para un uso más ligero y maniobrable en ríos estrechos, mientras que las versiones largas se reservan para quienes pescan en embalses con orillas altas o desde estructuras elevadas como muelles y escolleras.
A la hora de elegir la longitud de tu malla de pesca, es importante considerar tanto el tipo de escenario como tu propia estatura y estilo de pesca. Si sueles pescar en orillas bajas y accesibles, una longitud de 1,5 m puede ser más que suficiente para acercar el pez al salabre sin esfuerzo. En cambio, si frecuentas embalses con orillas pronunciadas, un tamaño de 1,7 m o 2,1 m te proporcionará un margen extra que puede marcar la diferencia en el momento de la captura.
También conviene tener en cuenta el tipo de especies que capturas habitualmente. Para truchas o peces de tamaño moderado, una longitud corta o intermedia resultará muy cómoda, mientras que para grandes depredadores o carpas de buen porte puede ser preferible contar con un brazo más largo que te permita alejar el salabre del borde y mantener mejor el control de la situación. Gracias a las distintas opciones de esta gama GHOTDA, podrás encontrar fácilmente el equilibrio que mejor se adapte a tus necesidades.
Esta malla retráctil se integra sin problemas en casi cualquier configuración de equipo de pesca. Si ya utilizas un chaleco de pesca o mochila con soportes específicos, puedes sujetarla mediante correas o mosquetones para tenerla siempre a mano sin que estorbe durante el lance. En embarcaciones pequeñas o patos, su tamaño plegado y su peso contenido permiten guardarla junto a las cañas o en compartimentos laterales sin sacrificar demasiado espacio.
Para pescadores que comparten equipo entre varias modalidades, contar con un salabre versátil como este simplifica mucho la logística. En lugar de tener una red distinta para cada tipo de salida, puedes utilizar la malla GHOTDA como solución común para spinning, pesca a mosca ligera o incluso salidas familiares en las que los niños participan activamente en la captura y suelta. Su durabilidad y facilidad de uso la convierten en una compañera de confianza temporada tras temporada.




